Reseña: Non Non Biyori

Director: Kawatsura Shinya
Fuente: Manga
Géneros: Comedia, Escolar, Seinen, Slice of Life
Estudio: Silver Link.
Episodios: 25 (en total)
Año: 2013-2015



En el mundo de la animación japonesa actual, es muy frecuente encontrarse con series que no van de absolutamente nada. Carentes de trama, de cualquier tipo de viaje del héroe o algo que sacuda los cimientos de un setting que, por lo general en este tipo de series, no resulta nada original o llamativo, este tipo de series son catalogadas dentro del género Slice of Life ("encuentros de la vida"), el cual, si bien tiene varias subdivisiones según los elementos que introduzca, suele enfocarse exclusivamente en la cotidiana e inocua relación entre sus personajes. En el subgénero de Slice of Life puro, el cual es el que viene hoy a colación, la trama es absolutamente inexistente, y la única sensación de linealidad que tenemos es la vaga sensación del paso del tiempo, o, al menos, en series que por sus características no se presten a ser completamente episódicas.
Generalmente estas series empiezan donde acaban: en medio de ninguna parte, sin que haya cambiado prácticamente nada. Son series vacías cuyo único objetivo es hacerte sentir bien y que te relajes. Esto no es necesariamente malo, dado que tiene que haber de todo, pero hay varias formas de ejecutar esta premisa.

El enfoque de series como K-On es erróneo
Generalmente los Slice of Life presentan un setting atractivo o una vaga promesa de una trama lineal que luego no terminan cumpliendo, tipo K-On! o Tamako Market. Ambas series, así como otras similares, marcan un tipo de objetivo a cumplir para el final de la serie, que no acaban cumpliendo en ningún momento por hacer pararse a los personajes a observar el día tan bonito que hace, continuamente. Esto es engañar al espectador, y en cierto modo traicionar a su inteligencia.
Por supuesto, también hay Slice of Life puros que son honestos, los cuales te presentan desde el principio una situación propicia a una inofensiva interacción de personajes. Y esto, en mi humilde opinión, y basándome en lo que he visto, Non Non Biyori es el anime que mejor ejecuta esto.

Non Non Biyori (NNB de aquí en adelante) tiene su desarrollo en el campo, con su gente amable, su desolación, paz y tranquilidad, y con tan pocos niños que las clases son pluridisciplinares y que engloban todos los grados. Es un setting brillantemente adecuado para un SOL de este tipo, dado que en el campo es muy difícil que pase algo realmente relevante, con lo cual las interacciones de los personajes son muy auténticas.
De hecho, el principal fuerte de esta serie es su realismo y autenticidad, dentro de los cánones moe japoneses. Su elenco de personajes está muy acertadamente construido y seleccionado, dado que se centra en gran parte en dos familias del pueblo: en una está Renge, de 6 años, cuyas hermanas son una profesora de la escuela y la otra estudiante de secundaria que se ha ido a Tokio; en la otra son 3 hermanos que vertebran las situaciones incluyendo también escenas familiares. Por último, otra chica que viene de la capital y que actúa de catalizador para que nosotros seamos introducidos en el pueblo a la vez que ella. Recurso manido, pero efectivo.

Hotaru es un plot device para introducirnos con más facilidad al mundo


El elenco es muy variado, pero creíble: al ser todos realmente niños, sus interacciones se sienten muy orgánicas y naturales, además, sus edades son perfectas para que Renge, la más pequeña, no se quede al margen. La serie brilla especialmente al retratar a los niños como lo que son: niños. En el anime es muy habitual poner a adolescentes y preadolescentes en situaciones oscuras e inverosímiles que generan comportamientos falsos y no creíbles por parte de ellos, con escasas excepciones (Evangelion), pero NNB juega muy bien con eso: no hace a los niños más listos, calmados o deprimidos de lo que deberían ser: los hace curiosos, felices y divertidos ante las situaciones de la vida diaria viviendo una infancia normal en la que tienen la libertad enorme que les da el lugar en el que viven. Además, en ningún momento los personajes son sexualizados y carecen de cualquier tipo de fanservice o comedia ecchi, lo cual es de agradecer teniendo el listón donde lo tiene Japón.

En concreto, el personaje de Renge alcanza cotas brillantes de caracterización en este aspecto: su comportamiento refleja con meticulosidad cómo se comporta una niña de 6 años en la realidad, de manera que se hace con la serie completamente e impone su yugo como un niño de 6 años es el centro de atención de una cena familiar. Su presencia es imperial, y con el paso de la serie se va soltando más y más. Una auténtica delicia de la caracterización infantil.

Hotaru y Komari tienen mucha química entre ellas
A razón de esto, un error común de las comedias del tipo es que, en el caso de que falte en pantalla el personaje más clave y carismático (Renge, en este caso), la serie baje mucho su nivel dado que el resto de personajes no pueden sostener las escenas por si sólos. Pero, nuevamente, este no es el caso, dado que las tres chicas restantes y el resto de personajes recurrentes tienen mucha personalidad y química entre ellos, dando lugar a escenas muy orgánicas y fluidas. En el caso de no ser tan alta la química entre dos personajes concretos, la serie es consciente de ello, y aprovecha para generar una situación cómica.

Si bien Natsumi, Komari, las hermanas de Renge y la confitera son personajes bien logrados en caracterización (Y alguno, incluso, en desarrollo) la serie tiene dos errores flagrantes en este aspecto. Uno es la misma Hotaru, la cual tiene 11 años y es exageradamente madura para su edad, lo que, en una serie tan natural, te saca un poco de la experiencia. La serie es consciente de ello al final, pero no lo arregla lo suficientemente bien. Otro error es el hermano de Natsumi y Komari, el cual es ignorado premeditadamente por el elenco principal e incluso por sus hermanas, y jamás pronuncia una sola palabra. La serie es, también aquí, consciente de ello hasta convertirlo en un meme pero es un recurso altamente zafio para reducir la acción a personajes femeninos más aparentes a la audiencia a la vez que se convierte en un mero instrumento de credibilidad para mostrar que no todo el mundo de la zona es mujer. Series como K-On! ya hicieron esto antes y está terriblemente ejecutado, sacando bastante de la experiencia.
Narrativamente hay poco que decir, dado que es una serie lineal con pequeños saltos aquí y allá para mostrar los momentos interesantes a lo largo de un año natural, pero, dadas las características de la serie, la segunda temporada tiene un enfoque muy interesante: Repetir básicamente el año natural vivido en la primera temporada, pero mostrando otros momentos que se complementen con los anteriores. De esta forma solucionas de un plumazo la problemática de que los personajes, al ser niños, crezcan rápido y la de hacer frente a situaciones nuevas que no encajen del todo con la filosofía de la serie. Una jugada que sólo puede ser efectiva en una serie como esta.

En el apartado audiovisual es muy correcta, con muy decente animación de Silver Link, aunque no es que la serie exiga una gran animación, paleta de colores viva y muy adecuada, música decente, estupendos openings y buenos endings.


Para concluir con NNB, me gustaría citarme a mí mismo (why not) en una de mis reflexiones sobre la evaluación del cine: "Imagina que eres profesor de Tecnología en Secundaria y tus alumnos tienen que construir algo. Hay dos prototipos de lo que te pueden construir, si les dejas libertad: un portalápices o una noria. Un portalápices puede tener colores bonitos, una forma llamativa, ser eficiente, pero sigue siendo un simple portalápices. No hay ambición en él. Una noria, por su lado, es algo portentoso y ambicioso, ya que requiere motor, estructura más laboriosa e imaginativa, y capacidad de ensayo y error para que funcione. Por supuesto, si la noria sale mal, resulta algo desastroso sin función ninguna, para eso, que no se hubieran arriesgado y hubieran entregado un portalápices. Tienes un portalápices y una noria, ambas muy bien hechas basándonos en su concepto. ¿A cuál das más nota?"
NNB es un perfecto portalápices. Basándonos en sus pretensiones y su premisa, poco se le puede poner en contra, está muy bien hecha y es de lo mejor de su subgénero, pero carece de ambición, es una serie con bases planas, pero sólidad, que va sobre seguro. Considerarla a la altura de series con ideas y ejecuciones maravillosas es algo que soy incapaz de hacer. Pero hay pocos SOL puros que sean tan honestos y a la vez tan buenos. Recomendada. 
Hail Renge

 

Comentarios

  1. Se ve prometedor, tal vez
    luego lo cheque, hace rato vengo bastante fastidiado de ver SOL, Que no van hacia ningún lugar en concreto.

    Y también fastidiado en general de ver Anime, xd

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    Respuestas
    1. El SOL tiene que apetecer, de lo contrario se hace muy cuesta arriba xD

      Yo también estoy tomándome un descansito últimamente

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