Reseña: Sayonara Zetsubou Sensei

Director: Akiyuki Shinbou
Fuente: Manga
Géneros: Comedia, Parodia, Escolar
Estudio: Shaft
Episodios: 43 (en total)
Año: 2007
Parte del elenco de personajes de SZS


Nota: en esta reseña se cubrirán todas las temporadas de SZS.

 La comedia, por lo general, es muy subjetiva. Cada persona es capaz de reaccionar de forma distinta ante una misma situación y, por tanto, también es capaz de que determinada broma le haga más o menos gracia que a otra persona. Por eso, el anime (como cualquier medio), dentro del género de comedia, presenta muchas alternativas distintas para hacer reír a la mayor cantidad de espectadores. Algunos animes utilizan comedia referencial, comedia de gags típicos, comedia basada en el fanservice tan típica hoy día, y ciertos animes no cómicos también incluyen a menudo escenas de comedia para aliviar la carga dramática o de tensión que les ocupa. Sin embargo, la serie que nos compete hoy, Sayonara Zetsubou Sensei, utiliza un tipo de comedia ciertamente muy extraño, y prácticamente único en el medio: una mezcla entre comedia negra y didáctica.

La serie es fundamentalmente episódica, tratando en cada episodio varios tropos de la sociedad contemporánea, exponiéndolos y satirizándolos con un baño de comedia negra. Sirviéndose magistralmente de un setting escolar, consigue ser tanto una ácida crítica como una hilarante burla de la sociedad (esencialmente, aunque por supuesto extensible a todo el mundo en la mayoría de casos) japonesa.
Zetsubou-sensei suele servir de catalizador para abordar los temas tratados
Esto lo consigue mediante su muy acertado elenco de personajes, que no son más que estereotipos, incluso a veces con un giro de tuerca para acrecentar el absurdo, negativos (y por supuesto satirizados) de la sociedad, todos y cada uno con una personalidad muy definida afín a su estereotipo: El profesor desesperado, que cataliza generalmente las situaciones a tratar de la sociedad que le producen desesperación, la chica inusitadamente optimista que sirve como contrapunto al profesor, una chica inflexible, una inmigrante ilegal, una estudiante de intercambio, una acosadora, una fujoshi, una hikikomori, una chica normal, etc. Además, en muchos casos su propio nombre es un juego de palabras para hacerlo aún más evidente.

El torrente de ideas expuesto en la serie prácticamente no tiene parangón, todas ideas frescas satirizando con extrema regularidad a lo largo de toda la serie, introduciendo personajes poco a poco y no sintiéndose fuera del conjunto que forma la serie. Su regularidad durante sus temporadas es tal que Shaft se permite en adaptar capítulos del manga de forma totalmente salteada, sin que pierda nivel narrativo y cómico.
La dirección del gran adalid de Shaft, Akiyuki Shinbou, beneficia a la serie, con una dirección vistosa y disparatada, recurriendo a su a menudo usado recurso de la abstracción visual distorsionando los elementos del escenario para ensalzar más el diálogo en el que en una inmensa parte se basa la serie, consiguiendo una agradable sensación teatral.

Los gags son frescos, disparatados e increíblemente acertados

Sin embargo, la serie no es perfecta, aunque esta sensación es muy situacional. Así como hace en la saga Monogatari, Shinbou recurre a elementos visuales excesivos en pantalla, generalmente letras fugaces que no da tiempo a leer, y en este caso satura demasiado la pantalla y la experiencia, confudiendo al espectador. Además, si bien es una comedia inteligente, a veces peca de ser extremadamente inteligente: Para aprovechar al máximo la experiencia, has de agudizar tus sentidos al máximo nivel, dado que si te despistas un poco no te enterarás de nada. Si bien también todo es aplicable a la sociedad ajena a Japón, no deja de incluir gags referenciales japoneses dado su público objetivo, lo que establece una barrera cultural que priva de parte de la experiencia.
Además, los tan bien mencionados previamente personajes, si bien su caracterización es sobresaliente, y cumplen su función a la perfección, no tienen absolutamente ningún desarrollo, ni ningún matiz fuera de su tan marcada personalidad. Son clichés andantes, estereotipos fijados y personajes unidimensionales, aunque sean de los personajes unidimensionales más agradables de ver en el medio. La serie, por ese lado, no ofrece absolutamente nada, al menos la parte animada que nos compete.

El elenco de personajes es extremadamente original y diverso, pero no ofrece dessarrollo alguno

En sus aspectos técnicos, la animación no es nada del otro mundo, llegando a tener una estética similar al cartoon y profundamente abstracta, como a Shinbou le gusta, pero es efectiva dado el tono de la serie. Muy expresiva y sagaz, le sigue el ritmo al guión y acrecenta su estilo cómico. La banda sonora, por definirla con una palabra, diría que es elegante. Temas como "Zetsubou no Minuet" dotan de cierta clase a la serie que define mejor su humor y evita que caiga en una serie excesivamente caótica con animada música cómica tradicional. Sus openings, muchos a cargo de Ohtsuki Kenji (Welcome to the NHK) y de las seiyuus de las chicas de la serie, son excelsos y acentúan el aspecto bizarro de la serie, con una gran dirección visual de los mismos.

Sayonara Zetsubou Sensei es una comedia experimental, una sátira social con un guión muy enrevesado y una brillante exposición, pero eso es todo. Funciona tanto como comedia didáctica sobre cómo funciona la civilización moderna como comedia negra, riéndose y desesperándose de situaciones reales, una mezcla que, si bien es compleja de seguir, es muy satisfactoria si lo haces. Al no ser una comedia en la que puedas desconectar y relajarte mientras te ríes, no será del gusto de todo el mundo, pero en el momento en el que entiendes sus pretensiones, se convierte en algo muy satisfactorio de ver, pese a no tener pretensiones de nada más. Recomendada para quienes busquen algo distinto con lo que reír.


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